Jutba pronunciada en Sevilla, en la llamada "Mezquita de los Andaluces", el 18 de noviembre de 2011

1ª Parte: Sobre la maledicencia

لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ الْعَظيمُ الْحَليمُ لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ رَبُّ الْعَرْشِ الْكَريمُ اَلْحَمْدُ للهِ رَبِّ الْعالَمينَ

la ilaha illal lahu al‘athimul halimu la ilaha illal lahu rabbul ‘arshil karimul hamdu lillahi rabbil ‘alamin

No hay divinidad sino Allah, el Infinito, Prudentísimo. No hay divinidad sino Allah, Señor del Trono Glorioso. Alabado sea Allah, Señor de los universos.

اَلْحَمْدُ للهِ الاَوَّلِ قَبْلَ الاِنْشاءِ وَالاِحْياء

alhamdu lillahil auuali qabla l'insha'i ual ihia'i ual 'ajiri ba'da fana'il ashia'i

Alabado sea Allah, el Primero anterior a la creación del universo y los seres vivos y el Último luego de la desaparición de todas las cosas.

اَلْحَمْدُ للهِ الَّذى لَمْ يُشْهِدْ اَحَداً حينَ فَطَرَ السَّمواتِ وَالاَرْضَ

alhamdul lil lahil ladhi lam iushhid ahadan hina fataras samauati ual arda

Alabado sea Allah, aquel que no tuvo testigos cuando creó los cielos y la tierra

وَلاَاتَّخَذَ مُعيناً حينَ بَرَأ النَّسَماتِ

ua lat tajadha mu'inan hina bara'an nasamati

y no necesitó ayudante cuando creó los seres.

للّـهُمَّ صَلِّ عَلَى مُحَمَّـدٍ وَآلِ مُحَمَّـد

allahumma salli 'ala muhammadin ua ali muhammadin

Allahumma Bendice a Muhammad y a la Familia de Muhammad

وَصَلَّى اللهُ عَلَى رَسُولِهِ، والأَئِمَّةِ الْمَيامِينَ مِنْ آلِهِ

ua sallallahu 'ala rasulihi ual a'immatil maiamina min alihi

y que Allah Bendiga a Su Mensajero y a los santos Imames de su Familia,

وَسَلَّمَ تَسْـلِيمًا كَثِيـرًا

ua sallama tasliman kaziran

y les otorgue abundante Paz.

صَلَّى اللّهُ عَلَيْهِمْ أَجْمَعِينَ، وَلَعَنَ اللّهُ أَعْداءَ اللّهِ ظالِمِيهِمْ مِنَ الاَ وَّلِينَ وَالاَخِرِينَ

sallal lahu 'alaihim ayma'ina ua la'anal lahu a'da'al lahi thalimihim minal auualina ual ajirina

Allah os bendiga a todos y maldiga a vuestros enemigos.

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AS SALAMU ‘ALAIKUM

Dijo el Mensajero de Allah (PBd):

الْغَيبَةُ أَ سْرَعُ في دينِ الرَّجُلِ الْمُسْلِمِ مِنَ الاكِلَةِ في جَوْفِهِ.

Al gaiba asra’u fi din ar rayul muslim min alakilati fi yaufihi

La maledicencia es más rápida en (destruir) la religión del hombre musulmán que la lepra dentro de su cuerpo.

“Al-Kâfî”, t.2, p.357.

Una de las cosas sobre las que no solemos tener cuidado es la maledicencia, el gaiba, el hablar negativamente de otros cuando estos no están presentes. Es algo en lo que caemos con mucha facilidad y que sin embargo en el Islam está considerado como una de las peores acciones, al punto que incluso en el Corán se la compara con comer carne de un hermano muerto.

El gaiba genera discordia entre los individuos y genera discordia en la sociedad.

En cierta ocasión el Profeta (PBd) fue preguntado al respecto y definió el gaiba en pocas palabras. Afirmó que el gaiba es todo aquello que se dice de un hermano y que a este no le gustaría que se dijera. En este sentido hay que aclarar que gaiba es lo que se dice de otro que este no quisiera que se dijera, a pesar de lo que se diga sea cierto. Si además lo que se dice fuera mentira, se caería entonces en algo aún peor como es la calumnia.

El gaiba es considerado incluso peor que el adulterio. Cuando se le preguntó al Profeta el por qué de esto, dijo que en caso de adulterio una persona puede arrepentirse ante Allah y Él (SWT) perdonarlo, pero en el caso del gaiba Allah no perdona a nadie sin que este previamente pida perdón a la persona difamada y esta lo perdone sinceramente.

Son muchos los hadices que hablan de la gravedad del gaiba, como aquel en el que se dice que quien hace gaiba de un musulmán o una musulmana ni su ayuno ni su oración son aceptados durante 40 días y 40 noches, excepto que sea perdonado por aquel sobre quien se ha hecho gaiba.

La gravedad del gaiba es tal, que las acciones buenas de quien hace gaiba, en el Día del Juicio, serán anuladas y entregadas a la víctima de su maledicencia.

Quien se acostumbra al gaiba es atrapado por él como si de una enfermedad se tratase, pero no hay que olvidar que en asuntos de gaiba tan culpable es quien la hace como quien la escucha impasiblemente. Nuestra obligación es abstenernos de hacer gaiba e igualmente abstenernos de escuchar el gaiba, indicando a quien la hace que cese en ello o en todo caso, abandonando esa reunión.

Quien se acostumbra al gaiba es una persona que tarde o temprano perderá el respeto de la comunidad en este mundo, y en el otro, es una persona que ha perdido el respeto de los profetas y los ángeles.

Pero ¿qué es lo que nos arrastra al gaiba?. Puede ser que tengamos algo contra la persona difamada por motivos personales, o algún tipo de enemistad, o simplemente la envidia, o las ganas hacer broma a costa de esa persona, o el gusto por el cotilleo, o cualquier otro motivo.

En todo caso, sea cual fuere el motivo que nos incita al gaiba, debemos hacer lo posible para curar esa enfermedad, y esto sólo puede conseguirse identificando y superando los sentimientos que nos llevan a hacer gaiba como modo de atacar a otra persona.

Por ejemplo, si tenemos algún problema personal con esta persona, debemos aclararlo y solucionarlo, no dejando que siga enquistando nuestra relación. O en el caso de la envidia debemos comprender que lo que el otro tiene lo ha conseguido con su esfuerzo, y en todo caso debemos alabar a Allah por lo que nosotros tenemos y no amargarnos por lo que tienen otros.

Pero respecto al gaiba tampoco tenemos que confundirnos ni dejar que nos confundan, no todo lo que se dice de una persona es gaiba, ni hay un impedimento absoluto para revelar ciertas cuestiones ajenas. Hay quienes de manera interesada se escudan en el temor al gaiba para intentar impedir la crítica de sus acciones y esto tampoco es así.

Como norma general, todo oprimido puede denunciar públicamente al opresor o a sus colaboradores sin que eso constituya gaiba.

La crítica a la actividad política de una persona tampoco es gaiba.

Asimismo podemos decir lo que conocemos de alguien para evitar que los creyentes sean engañados por una persona que se arroga un rango religioso que sabemos no posee, por falta de conocimientos u otros motivos.

Del mismo modo, por ejemplo, podemos hacerlo para denunciar a un juez corrupto.

Igualmente podemos advertir a un creyente que tiene relaciones con una persona corrupta, sin conocer esta naturaleza, y evitar de este modo que el creyente pueda ser perjudicado.

También se puede hablar de intimidades ajenas cuando se nos consulta sobre una persona para cuestiones tales como el casamiento, por supuesto siempre de manera sincera y con la verdad, aunque sea nuestra verdad, por delante.

Por tanto hermanos pensémoslo antes de hablar de los demás y sepamos distinguir lo que es gaiba y lo que no. Estemos alerta y cuidemos nuestras lenguas y nuestros oídos para no caer en una acción que aparentemente puede resultarnos intrascendente, pero que sin embargo conlleva una gran hipoteca en este mundo y otra, mucho más grande, en el agira.

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UAL ‘ASR...

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2ª Parte: Sobre el despertar islámico

اَللّـهُمَّ اِنّي اَفْتَتِحُ الثَّناءَ بِحَمْدِكَ، وَاَنْتَ مُسَدِّدٌ لِلصَّوابِ بِمَّنِكَ، وَاَيْقَنْتُ اَنَّكَ اَنْتَ اَرْحَمُ الرّاحِمينَ في مَوْضِعِ الْعَفْوِ وَالرَّحْمَةِ، وَاَشَدُّ الْمُعاقِبينَ في مَوْضِعِ النَّكالِ وَالنَّقِمَةِ، وَاَعْظَمُ الْمُتَجَبِّرِينَ في مَوْضِعِ الْكِبْرياءِ وَالْعَظَمَةِ،

Allahumma ini aftatihu azzana’a bihamdika. Ua anta musaddidu lissauaabi bimmanika. Ua aiqantu Annaka anta arhamu al rahimin fi mauadhi’i al ‘afui ual rahmati. Ua ashaddu al mu’aquibin fi maudhi’i annakaali ua annaqimati. Ua a’thamu almutayabbirin fi mauadhi’i alkibria’i ua al’athamati.

¡Allahumma!, comienzo el elogio con Tu alabanza, pues eres Tú quien conduce infaliblemente y por Tu Gracia, hacia la verdad, y porque he llegado al convencimiento de que Tú eres el más Clemente de los clementes cuando se trata del Perdón y la Misericordia. El más firme de los que castigan, cuando se trata del Castigo y de la Venganza. Y el más Grande de los grandes, cuando se trata de la Gloria y la Majestad.

اَللّـهُمَّ صَلِّ عَلى مُحَمَّد عَبْدِكَ وَرَسُولِكَ، وَاَمينِكَ، وَصَفِيِّكَ، وَحَبيبِكَ، وَخِيَرَتِكَ مَنْ خَلْقِكَ، وَحافِظِسِرِّكَ، وَمُبَلِّغِ رِسالاتِكَ

Allahumma salli ‘ala muhammad ‘adika ua rasulika. Ua aminika. Ua safiika. Ua habibiika. Ua jiaratika min jalqika. Ua hafithisirrika. Ua muballigi risalatika.

¡Allahumma!, Bendice a Muhammad Tu siervo y Tu Profeta, Tu confidente, Tu elegido, Tu bien amado y la mejor de Tus criaturas, el guardián de Tu secreto, el que comunica Tus mensajes.

اَللّـهُمَّ وَصَلِّ عَلى عَليٍّ اَميرِ الْمُؤْمِنينَ، وَوَصِيِّ رَسُولِ رَبِّ الْعالَمينَ

Allahumma ua salli ‘ala ‘aliin amir al mu’minin. Ua uasii rasuli rabbi al ‘alamin.

¡Allahumma!, Bendice también a Tu servidor ‘Ali, ‘Amir al mu’minin, heredero del Mensajero del Señor de los Mundos.

وَصَلِّ عَلَى الصِّدّيقَةِ الطّاهِرَةِ فاطِمَةَ سَيِّدَةِ نِساءِ الْعالَمينَ

Ua salli ‘ala assiddiqati at tahirati fatima saiidati nisa’i al ‘alamin.

Bendice también a la Verídica y Pura Fatimat az Zahra, Señora de las mujeres del universo.

وَصَلِّ عَلى سِبْطَيِ الرَّحْمَةِ وَاِمامَيِ الْهُدى، الْحَسَنِ وَالْحُسَيْنِ سَيِّدَيْ شَبابِ اَهْلِ الْجَّنَةِ

Ua salli ‘ala sibtai alrrahmati ua imaamai alhuda. Al hasan ual husain saidai shabaabi ahlil yannati.

Bendice también a los dos niños de la Misericordia, los dos Imames del Camino Recto, Hasan y Husein, Señores de los jóvenes del Paraíso.

وَصَلِّ عَلى اَئِمَّةِ الْمُسْلِمينَ، عَلِيِّ بْنِ الْحُسَيْنِ، وَمُحَمَّدِ ابْنِ عَلِيٍّ، وَجَعْفَرِ بْنِ مُحَمَّد، وَمُوسَى بْنِ جَعْفَر، وَعَلِيِّ بْنِ مُوسى، وَمُحَمَّدِ بْنِ عَلِيٍّ، وَعَلِيِّ بْنِ مُحَمَّد، وَالْحَسَنِ بْنِ عَلِىٍّ، وَالْخَلَفِ الْهادي الْمَهْدِيِّ، حُجَجِكَ عَلى عِبادِكَ، وَاُمَنائِكَ في بِلادِكَ صَلَاةً كَثيرَةً دائِمَةً

Ua salli ‘ala aimmati al muslimin. ‘ali ibn alhusain, Ua muhammad ibn ‘ali, ua ya’far ibn muhammad, Ua musa ibn ya’far. Ua ‘ali ibn musa. Ua muhammad ibn ‘ali. Ua ‘ali ibn muhammad. Ua Hasan ibn ‘ali. Ua aljalafi alhadi al mahdii. Huyayika ‘ala ‘ibadika. Ua umana’ika fi biladika salaatan kaziratan da’imata.

Bendice también a los Imames de los musulmanes: ‘Ali Ibn al Husein, Muhammad al Baqir, Ya’afar as Sadiq, Musa al Kazim, ‘Ali ar Ridha, Muhammad al Yauad, ‘Ali al Hadi, al Hasan al Askari y el Sucesor. Son Tus evidencias para Tus siervos y Tus confidentes en Tu nación (la tierra). Bendícelos, mucho y siempre.

اَللّـهُمَّ وَصَلِّ عَلى وَلِىِّ اَمْرِكَ الْقائِمِ الْمُؤَمَّلِ، وَالْعَدْلِ الْمُنْتَظَرِ، وَحُفَّهُ بِمَلائِكَتِكَ الْمُقَرَّبينَ، وَاَيِّدْهُ بِرُوحِ الْقُدُسِ يا رَبَّ الْعالَمينَ

Allahumma ua salli ‘ala ualii amrika alqa’imi almu’ammali. Ua al’dli almuntathari. Ua huqqahu bimala’ikatika almuqarrabin. Ua aiidhu biruhi alqudusi ia rabba al’alamin.

¡Allahumma!, Bendice igualmente al Tutor de Tu Orden (precepto), al Qa’im, el Levantador esperado y el Justo esperado. Rodéalo de Tus ángeles, los más próximos a Tu Gloria y sostenlo por el Espíritu Santo, ¡oh, Señor de los Mundos!.

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Hermanos, temamos a Allah con el temor de los esperanzados, afirmémonos en el Islam y aferrémonos al asidero más firme. E igualmente, seamos ordenados en nuestros asuntos.

يَا أَيُّهَا النَّبِيُّ اتَّقِ اللَّهَ وَلاَ تُطِعِ الكَافِرِينَ وَالْمُنَافِقِينَ إِنَّ اللَّهَ كَانَ عَلِيماً حَكِيماً

وَاتَّبِعْ مَا يُوحَى إِلَيْكَ مِن رَّبِّكَ إِنَّ اللَّهَ كَانَ بِمَا تَعْمَلُونَ خَبِيراً

وَتَوَكَّلْ عَلَى اللَّهِ وَكَفَى بِاللَّهِ وَكِيلاً

Ia aiiuha annabiiu ittaqi Allaha uala tuti’i alkafiriin uaalmunafiqiin inna Allaha kana ‘aliiman hakim.

Uaittabi’ ma iuuha ilaika min rabbika inna Allaha kana bima ta’maluuna jabiir

Watawakkal ‘ala Allahi wakafa billahi uakiil

«¡Oh, profeta! Se temeroso de Allah y no obedezcas a los que no son creyentes ni a los hipócritas. En verdad, Allah todo lo sabe, es sabio.

Y sigue lo que te fue revelado procedente de tu Señor. En verdad, Allah está bien informado de lo que hacéis.

Y confía en Allah. Allah es suficiente para proteger»

Corán, 33 Al Ahzab-Los Partidos : 1-3

Desde hace unos meses asistimos a una serie de sucesos en diferentes rincones del mundo islámico que están convulsionando es estatus quo establecido, y que paradójicamente han sido presentados, al menos en Occidente, como la encarnación de las tremendas ansias de la “sociedad oprimida del mundo islámico” de parecerse a la sociedad occidental, siendo esta su meta, y sus modos e incluso sus herramientas tecnológicas las utilizadas.

Sin embargo, desde otras partes del mundo esto se ve de otra manera.

Desde hace más de siglo y medio, diferentes intelectuales y líderes de opinión han promovido diversos movimientos islámicos en Egipto, Iraq, Irán, India y otros países de Asia y África, que han servido como precursores y pioneros de los actuales en el mundo islámico.

Durante los años 50 y 60 del pasado siglo se vio la llegada al poder en diferentes partes de la tierra islámica de regímenes influenciados por ideologías materialistas que, por su propia naturaleza, no fueron capaces a la larga de dar una verdadera respuesta a las necesidades de sus poblaciones, convirtiéndose de facto en meros esbirros de las potencias colonialistas de las que supuestamente acababan de independizarse.

La Revolución Islámica en Irán, supuso la primera revolución moderna basada, no en ideologías foráneas, sino en la propia ideología islámica. Una revolución que lejos de alinearse con alguna de las potencias existentes en aquel momento, fijó una política de independencia absoluta haciendo de la frase “ni Este ni Oeste” su lema fundamental. El afianzamiento de la República Islámica y la superación de las múltiples y grandes trabas puestas en su camino a lo largo de estos años por las fuerzas imperialistas, las que con el surgimiento de esta Revolución sintieron temblar su poder hegemónico, ha representado sin duda el comienzo de un despertar islámico, del que los sucesos recientes no están disociados por más que la prensa occidental, y la prensa lacaya, nos intenten hacer ver que los mismos no tienen relación con ningún tipo de aspiración islámica de estos pueblos.

Los recientes movimientos tienen una identidad propia que es la presencia de las masas populares al frente de las luchas, no de manera retórica, sino con sus cuerpos, día tras día y a pesar de los mártires provocados. Esta es una diferencia fundamental con lo ocurrido en los años 50 y 60, cuando las llamadas revoluciones, lejos de ser verdaderos fenómenos de masas, correspondían más bien a meros golpes de estado que aupaban al poder a determinadas élites interesadas únicamente en su propia permanencia en el mismo.

Cuando las revoluciones verdaderamente son populares, este mismo pueblo, el que arriesgo sus vidas en la lucha, el que pagó con las vidas de los suyos en la lucha, es el que fija los objetivos a conseguir y el garante de que la propia revolución no se salga de ese camino ni ceda ante los intereses de los enemigos ni de sus agentes.

Una verdadera revolución popular puede ser lenta en alcanzar sus objetivos, pero esa misma lentitud es la que hará que sus logros sean firmes y duraderos. Los principios de estas revoluciones, sus valores y objetivos, no están escritos en manifiestos prefabricados por los diferentes grupos y partidos sino que están escritos en las mentes, en los corazones y en los deseos de todo aquel que participa en ella.

En este sentido, podemos ver una serie de reivindicaciones comunes en los diferentes levantamientos surgidos hasta la fecha, como son:

No hay duda que estas aspiraciones no son del agrado de EE.UU., Europa y los sionistas, y que van a utilizar todos los medios para negarlas, pero la verdad no va a cambiar con su negación.

Frente a las masa populares, las potencias extranjeras han intentado e intentarán todo lo posible para mantener en el poder a gobernantes tiránicos, corruptos y serviles en estos países y sólo los abandonarán cuando la gente con su lucha demuestre que no hay salida posible para la pervivencia de estos regímenes.

La intervención en Libia de EE.UU. y la OTAN, por ejemplo, no debe distorsionar la realidad. En Libia, la OTAN ha causado un daño irreparable; si no hubiera sido por la intervención militar de la OTAN y EE.UU., la victoria del pueblo libio podría haberse retrasado, pero a cambio cientos de hombres, mujeres y niños inocentes no habrían sido asesinados por sus bombardeos, ni las infraestructuras del país habrían sido destruidas, ni la independencia real de Libia habría quedado en entredicho como desgraciadamente ahora lo está. Los imperialistas con su supuesta ayuda no buscan más que seguir garantizándose el control sobre la tierra Libia.

Es evidente que estas revoluciones están expuestas a múltiples amenazas como la mencionada anteriormente, pero no hay que asustarse pues como Allah (SWT) dice en Su Libro.

إِنَّ كَيْدَ الشَّيْطَانِ كَانَ ضَعِيفاً

Inna kaida ashshaitani kaana da’iifan

«Ciertamente, la intriga de Satanás es débil»

Corán, An Nisa-Las Mujeres : 76

Hay maneras de enfrentar estas amenazas, y para ello ante todo debemos reconocerlas para que no nos sorprendan y para encontrar el camino de su superación.

Los peligros que deben afrontar los distintos movimientos son de dos tipos: los que tienen sus raíces dentro de los propios movimientos y proceden de sus propias debilidades, y los que han sido directamente planificados por el enemigo.

Entre los peligros del primer grupo podemos destacar por su gravedad, la sensación y el pensamiento de que después de la caída del dictador corrupto el trabajo ya está terminado. La tranquilidad y comodidad que viene después de la victoria y el consiguiente relajamiento de la determinación en la lucha es una amenaza tremendamente dañina, y que si no se está alerta, puede provocar un contraataque de las fuerzas opresoras que destruya todo lo conseguido hasta el momento.

El estudio de la historia debe servirnos para sacar enseñanzas que nos guíen en el presente. Al respecto debemos recordar la historia de la batalla de Uhud, cuando parte de los combatientes musulmanes desobedecieron la orden del Profeta (PBd) cuando creían que la batalla había sido ganada y cegados por sus ansias de ir en busca de botín abandonaron sus puestos, y por esta acción, lo que en un principio fue una victoria clara se convirtió en un desastre para los musulmanes, al punto que estos que desobedecieron fueron reprendidos por Allah en el propio Corán. Este es un buen ejemplo que nunca debe ser olvidado.

El enemigo debe ser identificado y la lucha protegida contra los sus designios, aunque a veces se esconden detrás de apariencias de amistad y gestos de apoyo.

El valor en la lucha es importante, pero de poco sirve si no se combina con la sabiduría y buen juicio.

Otro aspecto que tendría que ser considerado como amenaza interna y al que debe prestarse atención es la división dentro del campo revolucionario. Hay que estar atentos y no permitir los intentos de infiltración divisionista. Esto es algo consustancial a toda revolución e incluso a todo intento revolucionario.

Respecto a los peligros provenientes del propio enemigo, Occidente después de la caída de sus peones seguirá intentando proteger los pilares básicos del sistema y los resortes del verdadero poder, con el fin de perpetuar su dominación. Si en esto tienen éxito, en cambiar todo para que nada cambie, significará una verdadera derrota y todos los esfuerzos y sacrificios habrán servido para poco, si acaso únicamente para alcanzar algún cambio estético. Hay que tener cuidado con las alternativas y personas diseñadas por Occidente para desviar el curso del movimiento.

Los modelos de gobierno y las constituciones que se planteen deben huir de la trampa de la dependencia cultural, informativa, política, económica y militar de Occidente.

La experiencia nos demuestra, véase el caso de Iraq, que cuando el enemigo no consigue su propósito de esta manera, la siguiente fase de su táctica es la promoción del desorden, el terrorismo y la guerra civil, incitando enfrentamientos entre los seguidores de diferentes corrientes religiosas, o entre diferentes comunidades étnicas o tribales, o entre diferentes tendencias políticas, o entre todos a la vez, o incluso incitando el enfrentamiento con países vecinos. Paralelamente a estas acciones, se impondrán bloqueos económicos y sanciones comerciales, la congelación de activos nacionales y la declaración de una guerra mediático-propagandística que arrope estas acciones desestabilizadoras.

Con esto la intención de los enemigos es la de cansar a la gente y causarles frustración y decepción, para bajo estas circunstancias impedir el surgimiento de cualquier verdadera revolución, o derrotarla fácilmente caso de haberse producido ya.

De la historia reciente, de lo ocurrido en otros lugares, también podemos obtener enseñanzas y recomendaciones que pueden ser beneficiosas en los diferentes lugares de lucha, más allá de las propias y lógicas diferencias y particularidades entre unas regiones y movimientos y otros.

La primera recomendación que habría que hacer es la de poner nuestra confianza sólo en Allah y creer en las reiteradas promesas de victoria que Allah (SWT) nos anuncia en el Corán, y saber que es posible superar todos los obstáculos y salir victoriosos, aún reconociendo que las dificultades y el sufrimiento pueden ser grandes.

Otra recomendación es la atención constante a los principios de la revolución. Las consignas y los principios deben ser revisados y puestos en consonancia con los fundamentos y principios indiscutibles del Islam. La independencia, la libertad, la justicia, la negativa a someterse al despotismo y al colonialismo, el rechazo de la discriminación étnica, racial y religiosa, y el rechazo del sionismo, que, hoy en día, constituyen los ejes de los movimientos en los países islámicos, están inspirados por el Islam y el Corán.

No hay que permitir que el enemigo nos marque nuestra línea, no debemos permitir que los principios islámicos sean sacrificados por otros intereses ajenos y transitorios. La desviación de las revoluciones se inicia con la desviación de sus principios y objetivos.

No se debe poner nunca la confianza en los EE.UU., la OTAN, o en regímenes criminales como el Reino Unido, Francia o Italia, que durante mucho tiempo saquearon y dividieron la tierra islámica. Detrás de sus sonrisas y promesas está únicamente la conspiración y la traición.

Otra recomendación importante es evitar los conflictos religiosos, étnicos, raciales, tribales y fronterizos. Por el contrario hay que reconocer las diferencias legítimas y saberlas gestionar. La unidad de acción entre las diferentes tendencias islámicas es la clave para la salvación.

Una de las demandas más importantes, común a todos los recientes movimientos, es el deseo del pueblo de tener una participación directa en la gestión de sus respectivos países. Y como son musulmanes, su deseo es tener un sistema de democracia islámica, con unos valores basados en el conocimiento islámico, la Sharia y los principios fundamentales del Islam, con las particularidades propias de cada zona. No hay que confundir en ningún momento esta aspiración democrática con la democracia liberal occidental, secular y antirreligiosa.

El objetivo final de todos los movimientos debe ser una Ummah islámica unificada y la creación de una nueva civilización islámica fundada en la fe, la racionalidad, el conocimiento y la moralidad.

En definitiva, hablar del despertar islámico no es hablar de un concepto nebuloso y confuso que se presta a varias interpretaciones. Por el contrario, es hablar de una realidad tangible que ha dado lugar a grandes levantamientos y revoluciones y que sin duda, tarde o temprano, obtendrá la victoria y la verdadera liberación de los pueblos y tierras islámicas. Sin embargo, actualmente, la escena sigue siendo incierta por lo que todos debemos estar alerta.

Este jutba está inspirado en el discurso pronunciado por el Ayatullah Seyyed ‘Ali Jamenei en la apertura del Primer Congreso del Despertar Islámico, celebrado en Tehran el pasado mes de septiembre, en el que yo tuve oportunidad de participar. Mi idea era haberlo dicho hace un mes, al regreso de mi viaje, pero las circunstancias que la mayoría conoceréis han hecho que se retrase hasta el día de hoy; no obstante quiero mantener mi intención inicial y dedicarlo a la memoria de Burhanuddin Rabbani, expresidente afgano también participante en ese congreso, asesinado en Kabul a su regreso de Tehran por los agentes de la opresión.

Alabado sea Allah al principio y al final.

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Hermanos, pido el perdón de Allah y Su Indulgencia de para mí y para vosotros, y pido por el perdón de mis pecados y los vuestros.

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KUL HUA...

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Allahumma otorga alegría a los habitantes de las tumbas.

Allahumma enriquece a todo pobre.

Allahumma sacia a todo hambriento.

Allahumma viste a todos los desnudos.

Allahumma salda la deuda de todo deudor.

Allahumma consuela a todos los entristecidos.

Allahumma retorna a todos los extraviados.

Allahumma libra a todo prisionero.

Allahumma soluciona todos los problemas de los musulmanes.

Allahumma da curación a todos los enfermos.

Allahumma pon fin a nuestra pobreza con Tu opulencia.

Allahumma cambia nuestro mal estado con Tu buen estado.

Allahumma mantennos firmes en Tu camino, y pretégenos de la negligencia en el cumplimiento de nuestros deberes hacia Ti.

Allahumma lo que Tú nos has hecho saber de la Verdad, háznoslo aplicar y lo que de la Verdad se nos ha escapado indícanoslo.

Allahumma ayúdanos a contener nuestras lenguas y nuestros oídos y aléjanos del gaiba.

Allahumma ayuda a todos aquellos que combaten verdaderamente en tu nombre y por tu causa y otórgales la victoria.

Allahumma, apresura la reaparición de nuestro maestro, Imam az Zamaan, Al Mahdi (P), que nuestras almas y las de todos en el universo se sacrifiquen por él, e inclúyenos entre sus ayudantes y soldados. Aamiim.

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Jutba pronunciada por el Presidente de la Comunidad Islámica Duodecimana Baiatullah, Mikail Alvarez Ruiz